El trabajo en remoto permite ahorrar costes a la empresa y al empleado [7/7]

Las empresas ya han empezado a extraer conclusiones acerca de los efectos que la implantación del teletrabajo a gran escala en sus plantillas ha provocado en distintos aspectos de su actividad. Uno de esos aspectos es el de ahorro de costes. A continuación, se exponen algunos de los principales ahorros que el teletrabajo ofrece a empleados y empresas.

SEGÚN LAS estimaciones de EffiWork, la solución de gestión de personas desarrollada por WorkMeter, si el teletrabajo se mantuviera en los niveles que ha tenido durante el confinamiento podría suponer a las empresas una media de entre 1.000€ y 5.000€ al año por empleado. Pero las ventajas económicas no solo llegan por la parte de la empresa, sino que también repercuten en los propios teletrabajadores, que pueden beneficiarse de entre 2.000€ y 4.000€ de ahorro al año dependiendo del número de días a la semana que se acojan a la modalidad de trabajo remoto.

Además de sus otras ventajas en términos de productividad o conciliación, el teletrabajo supone importantes ahorros tanto para la empresa como para el propio trabajador, incluso en los casos de teletrabajo parcial. Por esta razón, su escalado puede ayudar no solo a hacer a las nuestras organizaciones más sostenibles y rentables, sino también a incrementar el grado de satisfacción de sus empleados.

«Las empresas pueden ahorrar una media de entre 1.000€ y 5.000€ al año por empleado. Pero las ventajas económicas no solo llegan por la parte de la empresa, sino que también repercuten en los propios teletrabajadores, que pueden beneficiarse de entre 2.000€ y 4.000€ de ahorro al año»

Para la empresa

  • Infraestructuras y oficinas. Las empresas se están dando cuenta de que al no tener a toda su gente simultáneamente en los centros de trabajo, no necesitan unas instalaciones tan grandes para mantener un mismo nivel de actividad. Menos metros cuadrados equivalen a importantes ahorros en alquiler y costes de mantenimiento. Los ahorros de esta parcela podrían suponer hasta un 30% del presupuesto destinado a esta partida.
  • Eventos corporativos. La alerta sanitaria ha provocado que muchos de los eventos corporativos (presentaciones de producto, convenciones de ventas, congresos, participación en ferias, comités de dirección, ruedas de prensa) que antes se llevaban a cabo presencialmente se hayan tenido que realizar online. Para muchas empresas esta circunstancia ha sido un descubrimiento, ya que se han dado cuenta de la validez del formato online y se plantean mantener parte de estos eventos en formato virtual de cara al futuro. Los ahorros de esta partida podrían suponer entre un 25 y un 40%.
  • Formación. La formación, que ya estaba completando un paulatino trasvase de la modalidad presencial al formato online antes de la pandemia, ha visto cómo este proceso se acelera exponencialmente como consecuencia del confinamiento. Los ahorros en costes estructurales y tiempos de este viraje a lo virtual puede representar hasta un 50% de la inversión asociada a la formación de los trabajadores sin mermas en la calidad ni en la cantidad de acciones formativas.
  • Energía y suministros. Tener a un porcentaje de la plantilla trabajando desde casa equivale a menores gastos de electricidad y otros suministros básicos. Estos podrían representar unas reducciones de la factura por estos servicios de hasta un 50%.
  • Beneficios sociales. Algunos de los beneficios sociales de los trabajadores, asociados al trabajo presencial, como los tickets de comida, la ayuda a los desplazamientos o los vehículos de empresa, podrán tener una reducción al entrar en juego el teletrabajo. En compensación, la empresa puede incluir otros directamente asociados a esta modalidad como la ADSL o una ayuda con los suministros eléctricos en el hogar del trabajador.
  • Dietas y kilometraje. También los viajes a visitar clientes, trabajos sobre el terreno o a otras sedes de la empresa se pueden ver reducidos en alguna medida, y limitarse a los casos en los que realmente sean necesarios. Los ahorros por esta partida podrían suponer entre un 15% y un 25%.
  • Otros ahorros. Hay una serie de costes indirectos que también pueden verse aminorados de manera significativa, si bien resulta más difícil realizar una estimación de los mismos por tratarse intangibles. Mayor satisfacción laboral, que incide en la productividad; menores índices de rotación, que reduce los gastos de reclutamiento y selección; menores índices de absentismo y enfermedades profesionales, mejor servicio al cliente que incide en su fidelidad, etc.

Para el trabajador

  • Desplazamientos. Sin duda, uno de los principales gastos del trabajador es el que implica tener que desplazarse diariamente hasta el lugar de trabajo, ya sean en transporte público o en su propio vehículo. Dependiendo del nivel de teletrabajo al que se acoja estos ahorros pueden alcanzar hasta desde un 20% hasta un 80% de ahorro.
  • Comida. Los cafés a media mañana, las comidas fuera o los sándwiches comprados en la cantina o en la tienda cercana se llevan un buen pellizco del salario de muchos trabajadores, especialmente para aquellos que no disponen de tickets de comida. Comer en casa facilita ahorros por esta partida de hasta el 50% o 60%.
  • Adelantos de dinero. No tener que adelantar dinero en comidas y otros gastos corporativos (que luego se recuperan mediante la presentación de la correspondiente factura) es otra ventaja, ya que evita la molestia de tener que realizar la gestión y, sobre todo, evita posibles pérdidas de ese derecho a rembolso derivadas del extravío de tickets y justificantes.
  • Canguro. El teletrabajo permite cierta flexibilidad para que los trabajadores que son padres puedan llevar y recoger a los niños sin necesidad de tener que recurrir a ayuda externa o ampliar horario de colegios y guarderías. Esto supone, además de un ahorro económico, menos quebraderos de cabeza logísticos para la familia.
  • Calidad de vida. También en el caso de los trabajadores hay una serie de intangibles que, si bien no tienen un reflejo directo en su cuenta bancaria, a la larga si pueden suponer ahorros. Menos estrés, mayor conciliación laboral o mayores índices de satisfacción redundan en menores gastos asociados a la carencia de calidad de vida.

Joan Pons,

CEO de Effiwork / Workmeter

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