Predicciones en fábrica y manufactura para 2025

Los fabricantes deben cambiar su mentalidad sobre la transformación digital si quieren aprovechar plenamente el potencial de las operaciones sostenibles y resilientes. En la actualidad, los fabricantes tienden a implantar procesos sostenibles simplemente en aras de la competitividad de costes, lo que lleva a conseguir costes energéticos y un cumplimiento normativo obligatorio.

  1. Los fabricantes deben cambiar su mentalidad para tener éxito con la transformación

Los fabricantes deben ir más allá de pensar en ESG como un enfoque puramente orientado al ahorro de costes o al cumplimiento normativo y, en su lugar, integrar la sostenibilidad en su propósito empresarial principal. He aquí cómo los fabricantes empezarán a abordar este tema en 2025:

  • Pasar del pensamiento táctico al estratégico

Los fabricantes suelen centrarse en las ganancias a corto plazo cuando implantan tecnologías como la IA, dando prioridad a las reducciones inmediatas de costes frente a los beneficios estratégicos a largo plazo. Por ejemplo, cualquier organización que se limite a utilizar la visión por ordenador para sustituir a los inspectores humanos expertos con el fin de reducir costes está perdiendo la oportunidad de aprovechar esta potente tecnología basada en la IA para realizar mejoras estratégicas de la calidad y minimizar los productos defectuosos.

Las mejoras de la calidad impulsan más el valor corporativo que la reducción de costes, ya que mejoran la reputación y la cuota de mercado, lo que conduce a una mayor competitividad en lugar de simplemente reducir los costes directos de los defectos.

En 2025, los principales fabricantes mostrarán una mentalidad diferente, cambiando su enfoque hacia una visión más holística de la transformación digital que abarque la mejora de la calidad, la gestión de riesgos y la resiliencia de la cadena de suministro será crucial.

En la industria manufacturera, como en cualquier otro sector vertical, los pioneros tienden a dejarse atrapar por el encanto de nuevas tecnologías como la IA sin definir primero un objetivo empresarial claro. En lugar de preguntarse: «¿Cómo podemos utilizar esta tecnología?», los fabricantes deben priorizar la pregunta: «¿Cuáles son nuestros objetivos empresariales principales, en particular en relación con la sostenibilidad y la resiliencia, y cómo puede la tecnología ayudarnos a alcanzar esos objetivos?». Este enfoque orientado a los problemas garantiza que las inversiones en tecnología se alineen con la estrategia empresarial global y ofrezcan resultados significativos y sostenibles.

«Los fabricantes deben ir más allá de pensar en ESG como un enfoque puramente orientado al ahorro de costes o al cumplimiento normativo y, en su lugar, integrar la sostenibilidad en su propósito empresarial principal» (Harry Goto, Fujitsu)

  • Pasar del pensamiento aislado a la integración holística

Los fabricantes deben dejar de considerar las iniciativas de transformación digital como proyectos aislados e integrarlas en todos los aspectos de sus operaciones. La sostenibilidad debe entretejerse en el tejido de todo el ciclo de vida del producto, desde el abastecimiento y la producción hasta la logística y el uso por el usuario final. Para ello es necesario acabar con los compartimentos estancos entre departamentos y fomentar la colaboración en toda la organización para garantizar que la sostenibilidad esté integrada en todos los procesos de toma de decisiones.

Al adoptar este cambio de mentalidad, los fabricantes pueden posicionarse para aprovechar la transformación digital como una poderosa herramienta para alcanzar sus objetivos de sostenibilidad y resiliencia, al tiempo que impulsan la innovación y la competitividad en el cambiante panorama de la fabricación.

Además, en 2025, los fabricantes podrán beneficiarse de la IA, en particular de los agentes de IA, que contribuirán a optimizar de forma integral las cadenas de suministro de fabricación en toda la industria.

  1. Unos requisitos normativos más estrictos impulsarán el cambio, en todo el mundo

En la UE, tres cambios clave afectan a los fabricantes: la Directiva sobre la elaboración de informes de sostenibilidad empresarial (CSRD), la Directiva sobre la diligencia debida en la sostenibilidad empresarial (CSDDD), a menudo denominada Ley de la cadena de suministro, y la política del Mecanismo de Ajuste de las Emisiones de Carbono en las Fronteras de la UE (CBAM).

A partir del 1 de enero, el ámbito de aplicación de la directiva del CSRD se ampliará considerablemente para incluir a las grandes empresas no pertenecientes a la UE con un volumen de negocios neto superior a 150 millones de euros en la UE, siempre que tengan al menos una filial o sucursal en la UE que cumpla unos umbrales de tamaño específicos.

2025 marca también un hito importante para las pequeñas y medianas empresas que cotizan en los mercados regulados de la UE. Los nuevos requisitos de las CSRD están concebidos para garantizar que las prácticas de sostenibilidad se extiendan por todo el ecosistema empresarial, al tiempo que se reconocen las limitaciones de recursos a las que pueden enfrentarse las entidades más pequeñas.

También en 2025, los informes de la UE sobre los CSRD se alinearán más estrechamente con los marcos internacionales, incluida la Global Reporting Initiative (GRI) y el Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD).

En 2025 también entrará plenamente en vigor la Directiva de la UE sobre la diligencia debida en la sostenibilidad empresarial, a menudo denominada Ley de la Cadena de Suministro. Obliga a las empresas que operan en la UE a identificar, prevenir y mitigar los impactos adversos sobre los derechos humanos y el medio ambiente a lo largo de sus cadenas de suministro.

Además, la política del mecanismo de ajuste del CBAM se aplicará plenamente en 2026. Introducirá un sistema de aranceles sobre determinadas importaciones en función de sus emisiones de carbono.

«Las mejoras de la calidad impulsan más el valor corporativo que la reducción de costes, ya que mejoran la reputación y la cuota de mercado, lo que conduce a una mayor competitividad en lugar de simplemente reducir los costes directos de los defectos» (Harry Goto, Fujitsu)

  1. Mayor atención en EEUU a las cuestiones ASG antes de los cambios normativos

En 2025, se espera que los fabricantes estadounidenses presten más atención a la legislación relacionada con ESG que se está aplicando al otro lado del charco, en Europa, con el creciente reconocimiento de que adelantarse a la curva legislativa puede crear una ventaja competitiva.

En Estados Unidos, dos factores impulsan el cambio de comportamiento. El primero es la tendencia de las catástrofes naturales y la agitación política a perturbar las cadenas de suministro. El segundo es el «efecto contagio» de la normativa europea. Como las empresas mundiales que operan en Europa están ahora obligadas a cumplir las normas europeas, es probable que apliquen prácticas similares en todas sus operaciones, y esto significa presionar a las filiales estadounidenses para que se alineen.

Esto está llevando a un número cada vez mayor de fabricantes estadounidenses a invertir proactivamente en sostenibilidad para atraer a clientes concienciados con el medio ambiente, mejorar la reputación de su marca y acceder a nuevos mercados. Cuando finalmente llegue la legislación, estas empresas tendrán una ventaja de mercado, pues ya habrán pasado por el proceso de transformación.

Incluso los fabricantes estadounidenses que sólo operan a escala regional deben asumir la responsabilidad medioambiental. Espero que en los próximos 18-24 meses se aplique en EEUU una legislación similar a la de la UE. Aunque los plazos concretos para las operaciones de fabricación no están claros, la normativa estadounidense acabará poniéndose a la altura de las normas europeas, sobre todo en estados como California, que ya están abriendo camino.

Crear cadenas de suministro resistentes es crucial para que los fabricantes de todo el mundo puedan mitigar los riesgos derivados de las inevitables interrupciones causadas por diversos factores (como catástrofes naturales, tensiones políticas, etc.). La visualización de los riesgos y la preparación son esenciales.

  1. Los fabricantes europeos se centran en la optimización del consumo energético

Los elevados costes de la energía son uno de los principales factores que impulsan a los fabricantes europeos a dar prioridad a la eficiencia energética. Las empresas europeas se interesan cada vez más por ello al querer comprender sus pautas de consumo de energía a lo largo de todo el ciclo de vida del producto, desde el abastecimiento y la logística hasta las operaciones en la fábrica y el uso por el usuario final. La oportunidad más estratégica y a más largo plazo es optimizar el consumo de energía como parte de un impulso más amplio para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y este debería ser el tema orientado al valor corporativo a largo plazo para los principales actores.

Este impulso hacia la optimización se ve alimentado por la necesidad de reducir costes y cumplir estrictas normativas medioambientales. Al identificar y abordar las áreas de derroche energético, las empresas europeas pretenden alcanzar varios objetivos:

  • Reducción de los gastos operativos

La reducción del consumo de energía se traduce directamente en un ahorro de costes, lo que hace que las empresas sean más rentables y competitivas.

  • Cumplir los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero (GEI)

Optimizar el uso de la energía reduce las emisiones de GEI, ayuda a las empresas a cumplir la normativa medioambiental y contribuye a los objetivos de sostenibilidad.

  • Mejorar la imagen de marca y el posicionamiento en el mercado

Demostrar un compromiso con la eficiencia energética y la responsabilidad medioambiental puede mejorar la reputación de la marca y atraer a los consumidores concienciados con el medio ambiente.

En 2025, espero que los fabricantes europeos sigan invirtiendo en soluciones que ofrezcan una mayor visibilidad de sus patrones de consumo energético. Esto les permitirá identificar áreas de mejora y aplicar estrategias de reducción más eficaces.

Por Harry (Hiroyuki) Goto, director ejecutivo
de la Unidad de Negocio de Soluciones Industriales de Fujitsu

«Cada vez un mayor de fabricantes estadounidenses invierten proactivamente en sostenibilidad para atraer a clientes concienciados, mejorar la reputación de su marca y acceder a nuevos mercados. Cuando finalmente llegue la legislación, estas empresas tendrán una ventaja de mercado» (Harry Goto, Fujitsu)

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