Según un estudio de Snom, la normativa sobre la oficina en casa plantea dudas sobre el equipamiento

El trabajo híbrido, o la combinación de trabajo remoto y presencial, se alza como método idóneo para aprovechar lo mejor de esos dos mundos. Sin embargo, su implementación a veces choca con los intereses de empresas y empleados, con opiniones divididas. Como especialista en comunicaciones IP establecido en todo el mundo, Snom, analiza esta situación para obtener el mejor partido de esta fórmula.

Sin duda, el trabajo híbrido plantea un modelo laboral que beneficia tanto a los empleados, que buscan una conciliación, como a la empresa, que persiguen potenciar la productividad, tal como se ha demostrado. De hecho, y según Statista, durante 2020, a la hora de ofrecer la posibilidad de teletrabajo, el sistema híbrido fue la opción favorita de las empresas. Así, cerca del 60% de los empleados disfrutaron de este modelo, combinando días de trabajo presencial con otros de jornadas virtuales.

En España, el Gobierno aprobó el pasado 22 de septiembre la primera ley de teletrabajo que establece que el trabajo a distancia será voluntario, reversible y se formalizará por escrito entre el empleado y el empleador. Uno de los aspectos más importantes señala que su desarrollo “deberá ser sufragado o compensado por la empresa, y no podrá suponer la asunción por parte de la persona trabajadora de gastos relacionados con los equipos, herramientas y medios vinculados al desarrollo de su actividad laboral”.

Así, y tras la crisis sanitaria, el 89% de los profesionales estaban a favor de que sus compañías siguieran permitiéndoles trabajar parcialmente en remoto, por lo que las compañías de todos los tamaños y sectores han tenido que rediseñar sus modelos de trabajo.

Seguridad y productividad

Gracias a las nuevas tecnologías y a la popularización de lo remoto, cada vez son más las empresas que optan por este tipo de estrategia de gestión. Existen, no obstante, una serie de factores tanto tecnológicos como físicos y de reparto de tiempo o gastos que condicionan esta implantación. Ahora bien, ¿de quién dependen estos factores?

Una práctica común para la oficina en casa es actualmente el principio BYOD. Pero mantener la productividad y la seguridad con equipos de trabajo no proporcionados por la empresa se está convirtiendo en un acto de equilibrio. Para resolverlo, las empresas deben implantar en el lugar de trabajo dispositivos de uso flexible que permitan trabajar desde cualquier lugar, en modo plug&play. Dichos dispositivos no deben suponer una carga excesiva para el presupuesto informático de la empresa.

Los dispositivos de comunicación típicos, como los teléfonos de sobremesa o inalámbricos y los auriculares o altavoces profesionales, suelen quedar fuera de la ecuación, ya que se consideran accesorios que pueden sustituirse fácilmente por propiedad privada. De hecho, su contribución a la productividad y la seguridad en el paradigma del trabajo desde cualquier lugar se subestima enormemente.

El hecho es que los empleados son muy reacios a ceder su conexión privada, a tolerar un desvío del número de la oficina a su teléfono móvil privado o a su casa, y mucho menos a pagar privadamente por las llamadas de empresa. Y el uso de clientes de softphone protegidos por VPN en ordenadores privados o teléfonos móviles también puede resultar difícil de implementar, además, de sobrecargar los recursos de los dispositivos privados. Esto hace que la comunicación fluida con los clientes, proveedores y colegas sea como mínimo difícil, si no imposible.

Propuesta de Snom

Las soluciones de comunicaciones unificadas y colaboración (UC&C) seguras que integran la telefonía, la videoconferencia, la audioconferencia y la mensajería instantánea, junto con los puntos finales IP profesionales que soportan sin problemas las funciones de colaboración, son la clave de la eficiencia independientemente de la ubicación.

Si el principio de trabajo desde cualquier lugar es sinónimo de prestar el mismo servicio desde cualquier ubicación (ergo, ser tan accesible en cualquier lugar durante el horario de trabajo como en la oficina), no tener en cuenta los equipos de telefonía en los entornos de trabajo híbridos es un error que hay que evitar.

Snom Technology lleva tiempo ocupándose de las más diversas posibilidades de aplicación de sus terminales alámbricos e inalámbricos basados en SIP, incluidos los accesorios. Al fin y al cabo, una conexión fiable a la central telefónica, la seguridad y, sobre todo, la mejor calidad de voz son requisitos indispensables para el éxito de la comunicación empresarial, no sólo en la oficina. Esta experiencia ha dado lugar a diversas soluciones que permiten un uso flexible e independiente de la ubicación.

En función de las necesidades, los equipos van desde los clásicos teléfonos de sobremesa que se manejan a través de WiFi hasta los terminales IP-DECT para oficinas domésticas y pequeñas oficinas, así como desde auriculares y altavoces profesionales multifunción hasta soluciones de conferencia portátiles. “Los mundos en los que vivimos y trabajamos crecen juntos inexorablemente”, afirma Fabio Albanini, director de Ventas Internacionales de Snom. “Por lo tanto, nos corresponde encontrar soluciones óptimas”.

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