Siete de cada diez trabajadores de pymes en Europa, dispuestos a denunciar prácticas ilegales o poco éticas en su empresa

Un nuevo estudio realizado por BSA revela que casi una quinta parte (15%) de los trabajadores de pymes en Europa tienen conocimiento de prácticas ilegales o poco éticas en su lugar de trabajo.

La encuesta, que recoge las opiniones de 12.000 empleados de pymes de Reino Unido, Italia, España, Francia, Alemania y Polonia, muestra que casi tres cuartas partes (74%) de los trabajadores estarían dispuestos a denunciar prácticas ilegales o poco éticas en su lugar de trabajo. Esto sugiere que hay una actitud positiva hacia la denuncia de irregularidades en todo el continente y supone una llamada de atención para los propietarios de pymes que están siendo alentados por BSA a garantizar que sus empresas estén libres de conductas ilegales y poco éticas.

Sarah Coombes, managing director Compliance and Enforcement de BSA EMEA, apunta que “con un 74% de los trabajadores europeos dispuestos a denunciar prácticas ilegales o poco éticas, las empresas, grandes o pequeñas, deben asegurarse de que tienen su casa en orden y de que no se arriesgan a un daño de reputación o financiero desastroso«.

«Los resultados de nuestra encuesta demuestran que ya sea a través de una revisión de las prácticas de TI o mediante una mejora de la gestión de los activos de empresa, ahora es el momento de actuar. Aunque haya ciertas diferencias, los empleados de distintas partes coinciden en su esfuerzo por erradicar el comportamiento ilegal y poco ético en el lugar de trabajo «, continúa.

Obligación moral y deber profesional, principales causas para denunciar prácticas indebidas

De hecho, en España, el 78% de los trabajadores afirma que han informado o informaría sobre prácticas ilegales o poco éticas en su lugar de trabajo. En Europa, esta cifra cae al 74%. Al preguntar a los empleados españoles qué les impulsó a denunciar, señalan que lo hicieron porque era su obligación moral (48%) y su deber profesional (45%). Son datos en sintonía con el promedio europeo, donde el 45% de los trabajadores consideró que era su obligación moral denunciar prácticas ilegales o poco éticas y el 42% dijo que sentía que era su deber profesional. Solo el 14% lo hizo por una recompensa financiera.

Otros resultados interesantes de España:

  • Tres de cada cuatro (73%) trabajadores de Pymes en España creen que los comportamientos ilegales y poco éticos son comunes en las empresas españolas, con un 18% que reconoce que no solo es una práctica común, sino muy común.

 

  • Los trabajadores estarían dispuestos a denunciar principalmente prácticas como bullying y discriminación (68%), fraude (58%), malversación (52%), robos de la propiedad empresarial (48%),evasión de impuestos (46%), fallos a la hora de aplicar la regulación empresarial (38%) y prácticas ilegales en el ámbito de TI (30%).

 

  • De acuerdo con el estudio, el miedo a ser descubierto y perder el puesto de trabajo son los principales obstáculos señalados por parte del 38% de los encuestados a la hora de reportar actividades ilegales en las empresas, mientras que el 13% afirma que si creyeran que en sus empresas se llevan a cabo estas prácticas, nada les impediría informar sobre ello.

Un tercio de los trabajadores en Europa (34%) están dispuestos a informar sobre prácticas ilegales de TI

En Europa, dos tercios (66%) de los trabajadores denunciarían principalmente bullying y discriminación, seguidos de fraude (60%), robo de la propiedad empresarial (56%), malversación (54%), evasión de impuestos (47%) e incumplimiento de los estándares de la industria (40%). Curiosamente, los resultados revelan que, en general, los europeos tienen valores similares y están de acuerdo en informar sobre prácticas ilegales o poco éticas.

Más de un tercio de los trabajadores de Europa (34%) están dispuestos a denunciar prácticas ilegales en el ámbito de TI, como usar software ilegal o falsificado, no pagar por el software o descargarlo de sitios ilegales. Esta cifra baja al 30% en España.

BSA anima a denunciar el uso de software sin licencia en el lugar de trabajo. El año pasado, la cifra de denuncias en Europa aumentó de casi 3.900 en 2015 a más de 4.500 en 2017. Esto le costó a las pymes europeas más de siete millones de euros en daños en 2017.

En palabras de Andrés Pi, portavoz del Comité español de BSA “contar con un proceso para controlar y administrar las licencias de software es una forma contrastada de proteger sus sistemas informáticos y ahorrar dinero para empresas de todos los tamaños. El software es un activo muy valioso para todas las empresas, que proporciona un motor de crecimiento, por lo que merece una inversión prioritaria. Si una empresa tiene dudas sobre sus licencias de software, hay una serie de fuentes que pueden ser contactadas para obtener ayuda. Los proveedores de software y vendedores deben ser la primera referencia para responder a cualquier pregunta que puedan tener con respecto a la situación de su licencia”.

 

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