IDC Research anuncia sus Predicciones Tecnológicas para 2023

Ante un panorama de posible recesión donde el 76% de las organizaciones europeas lo ve más que probable, IDC España ha revelado, en su encuentro anual de presentación de las Predicciones Tecnológicas que marcarán el nuevo año, que la inversión en IT por parte de las empresas españolas sobrepasará los 53.500 millones de euros en 2023, suponiendo un incremento del 3,4% con respecto a 2022.

Según confirma en un adelanto de sus predicciones, el gasto en tecnología digital de las organizaciones crecerá ocho veces más que el resto de la economía en 2023, estableciendo una base para la excelencia operativa, la diferenciación competitiva y el crecimiento a largo plazo.

Jorge Gil, director general de la consultora inauguraba el encuentro confirmando que la infraestructura digital es esencial para el éxito empresarial como una de las razones más poderosas de este incremento de la inversión, como ya vienen postulando a lo largo del presente año. Por una parte, se está produciendo el paso de la ejecución de los negocios digitales a ingresos digitales y, en segundo lugar, una de cada dos empresas está ya generando el 40% de sus ingresos a través de la digitalización.

“En la actualidad estamos atravesando un tren de tormentas llenas de disrupción, tras la pandemia parecía que la industria se iba a reiniciar de manera profunda, pero apenas ha tenido tiempo de digerir nada enfrentada al impacto en el crecimiento del negocio como problemas logísticos y de suministro, escasez de microschips y de talento, escalada de precios energéticos, inflación, guerra Ucrania/Rusia, proliferación de ciberataques, preocupación creciente por la soberanía digital…”, enuncia Gil. “No es de extrañar que aumente el pesimismo en las organizaciones, pues 76% de las organizaciones cree que habrá una recesión en el próximo año, mientras 60% de las mismas creen que ya estamos en recesión o que entraremos en ella a finales de 2022. Este sentimiento es más acentuado entre las empresas de Europa y Asia que en América, donde el temor a que esa recesión sea leve es mayor”.

Más dificultades, más inversión TI

En este contexto, las estrategias Digital-First se irán imponiendo a lo largo de los próximos dos o tres años, dando paso a la era del negocio digital viable. Si en esta transformación del negocio experimentando con la tecnología se iniciaba en 2018, la pandemia vino a cambiar y acelerar esta transformación en un enfoque empresarial para cerrar la brecha del ROI digital. Para 2023, la predicción es que se producirá un crecimiento del 2% del PIB mundial gracias a que el 16,9% procede ya de fuentes totalmente digitalizadas.

IDC mostró las prioridades de inversión tecnológica en España para 2023, en concreto centradas en nube pública, infraestructuras digitales e inteligencia artificial. “La primera prioridad de inversión IT en España es el indudable paso de la cloud híbrida a la nube pública. Las empresas se están pasando mayoritariamente a cloud buscando IaaS, PasS y SaaS. En este sentido”, según explica José Antonio Cano, director de análisis y consultoría de IDC, “el 56% de las organizaciones europeas demandan en la actualidad soluciones de observabilidad extremo a extremo a través de cloud y entornos multicloud cada vez más hiperautomatizados”.

La segunda prioridad de gasto TI viene marcada por el paso que están dando las compañías de proyectos puntuales de transformación digital a un modelo de negocio totalmente digital donde aparece el FinOps como cambio de cultura centrado en las personas, los procesos y la colaboración. Por tanto, las complejidades del negocio digital y las presiones presupuestarias de TI impulsarán al 70% de las empresas del G1000 a aumentar la madurez de FinOps con la intención de afrontar devoluciones de cargos granulares, efectuar evaluaciones comparativas y resolver la optimización de múltiples nubes.

Esto significa que se cada vez más se abandonarán los procesos manuales entre los equipos de administración y se establecerán protocolos y reglas guiadas por la automatización de procesos y monitoreo a través de un Intelligent CloudOps en 2024. En este sentido también, IDC predice que para 2026, el 40% de los modelos de inteligencia artificial (IA) incorporarán múltiples modalidades de datos para mejorar la eficacia del aprendizaje y resolver las actuales deficiencias de conocimiento cotidiano en las soluciones de IA de una sola modalidad.

“Habrá que estudiar qué medidas podremos tomar para reducir permanentemente los costes de funcionamiento, y ver dónde compensar el coste por unidad (por ejemplo, estación de trabajo, hora de proyecto…) sin que aumente el gasto total en TI, o cómo liberar los costes de la mano de obra intensiva implicada en la administración de los sistemas a través de la hiperautomatización”.

Subirá la inversión en el puesto de trabajo, ciberseguridad y sostenibilidad

Según revelaba IDC en este encuentro, la inversión en el puesto de trabajo en España crecerá un 18% en 2023 situándose por delante de Europa. “No obstante, el dato más revelador es que las empresas buscan ser más eficientes. Por ello impulsados por la escasez de competencias, los CIO que inviertan en plataformas de adopción digital y tecnologías de aprendizaje automatizado verán un aumento del 40% en la productividad en 2025, proporcionando una mayor velocidad a la experiencia del empleado gracias al low code/no code”, concreta Cano. “Por otra parte, cabe destacar que en 2024 el futuro del teletrabajo a nivel mundial supondrá un negocio valorado en 235.000 millones de dólares”.

En este sentido, las implicaciones del presupuesto de TI en la agenda del CIO conducirán a las emporesas hacia modelos de una “economy as a service». En 2025, con el 40% o más del gasto en TI como servicio, requerirá de reajustes de OPEX duraderos del 10% al 30% en software (eliminar la funcionalidad duplicada en las herramientas SaaS) y recursos (negociar contratos de XaaS para obtener seguridad en los precios), más que el uso de tácticas de recorte de CAPEX de corta duración. El FinOps para optimizar el gasto TI en la nube llevará a repriorizar los proyectos abiertos poniéndolos bajo el prisma del «mayor valor empresarial».

Otro aspecto importante en las predicciones de IDC España trata de la ciberresiliencia, algo crucial para las estrategias de digitalización de las organizaciones, pues el 68% de las organizaciones europeas sufrió un ataque de ransomware que incluyen robo de datos en 2022 (Proofpoint). En este ámbito, IDC España ha destacado que el uso de la tecnología ‘deepfake’ entrañará incrementar la inversión en soluciones de gestión de la identidad en accesos para evitar ciberataques que aumenten el riesgo de fraude de identidad, engaño financiero y desinformación, ya que a medida que se extiende el uso del AMF (autenticación multifactor), los ciberdelincuentes exploran nuevas vías para vulnerar las defensas y explotar las debilidades del comportamiento humano.

“El volumen y la variedad de las amenazas, así como la probabilidad de que se vean comprometidas, obligan a reconsiderar el enfoque: en el panorama actual de amenazas, ¿cómo pueden las empresas garantizar su capacidad de operar en cualquier tipo de situación y bajo cualquier circunstancia?”, se pregunta el analista de IDC Reserach Spain.

Como consecuencia, el 60% de las principales empresas europeas habrá aumentado un 20% su gasto anual en ciberresiliencia en para proteger sus inversiones digitales contra el ciber riesgo, lo que supondrá un gasto adicional de 5.900 millones de euros en seguridad en 2024. “La ciberresiliencia no solo tiene que ver con el valor de la empresa y la reducción del riesgo empresarial, sino también con la seguridad económica nacional”, argumenta Cano.

Durante 2022, el mercado de la ciberseguridad movió en España 2.130 millones de euros, con un incremento del 9,2%, porcentaje que se espera se mantenga año a año hasta 2026. Para este año, tendrán que quedar resueltos los siguientes tres retos: ataques de ciberseguridad cada vez más sofisticados; requisitos normativos cada vez más complejos; e infraestructura informática y de seguridad aún muy fragmentada. El 30% de las grandes organizaciones empresariales migrarán a centros de operaciones de seguridad autónomos a los que accederán equipos distribuidos para agilizar la reparación, la gestión de incidentes y respuesta a amenazas.

Finalmente, la sostenibilidad escala posiciones en las Predicciones de IDC para 2023, con cifras muy elocuentes sobre su papel en la digitalización. En 2024, el 80% de las empresas del G2000 capturarán sus datos de carbono e informarán de su huella de CO2 a nivel empresarial utilizando métricas cuantificables, en comparación con el 50% actual.

Para 2026, el rendimiento ESG se considerará uno de los tres principales factores de decisión para la compra de equipos informáticos y más del 50% de las licitaciones incluirán métricas relativas a las emisiones de carbono, el uso de materiales y las condiciones laborales.

Web 3 como próximo destino

En 2026, una de cada tres empresas del G2000 destinará recursos a la formación de sus empleados relacionada con la Web3, el Blockchain y el Metaverso. La tecnología de banda ancha (cable, 5G/6G…) y la economía cada vez más XaaS, ayudados por el almacenamiento descentralizado de los datos gracias al Blockchain, facilitará compartir contenidos a través de los DAOs (Organización Autónoma Descentralizada).

La revolucionaria llegada de los DAOs, también llamadas Empresas Autónomas Descentralizadas (DACs), implicarán organizaciones dirigidas a través de reglas codificadas en programas de ordenador llamados contratos inteligentes, pero la cuestión de la propiedad de los datos, su privacidad y los contenidos, así como la asignación de su control y gestión, será la piedra de toque donde resida la innovación futura.

 

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