Cinco puntos clave a la hora de medir la salud financiera de tu empresa

En el mundo empresarial, saber medir la salud financiera es un aspecto clave que determina la supervivencia y el crecimiento de cualquier compañía, más todavía en un contexto inflacionario como el actual que no sólo afecta al acceso al crédito, sino a los precios de las materias primas o de los carburantes. Por ello, es fundamental para asegurar la continuidad de cualquier proyecto empresarial un plus de eficiencia, agilidad, flexibilidad y capacidad de gestión de los principales indicadores económico-financieros para avanzar con éxito, especialmente cuando se trata de pymes o startups que buscan crecer en el mercado, sea cual sea su sector de actividad.

Más allá de eliminar la dependencia de una única fuente de financiación, e incluso por encima del plan de negocio inicial, toda compañía debe leer en detalle y entre líneas las cifras de su estado financiero para poder detectar los riesgos a los que se enfrenta y saber buscar alternativas a tiempo. En el contexto empresarial, especialmente en lo que afecta a pymes y startups que no cuentan en muchas ocasiones con los profesionalizados y amplios departamentos financieros que podemos encontrar en una compañía multinacional, establecer estos medidores, o KPIs en su terminología inglesa, es vital para asegurar un negocio en el que, en muchas ocasiones, el margen de error es pequeño y la línea que divide la solvencia y la continuidad de una idea de negocio frente al fracaso es muy difusa.

Desde Elkargi, la boutique de servicios corporativos especializada en asesoramiento y soluciones de financiación para empresas y emprendedores a nivel nacional, trabajan por aportar su experiencia de más de 40 años en este ámbito para apoyar a las empresas en este punto. Desde la entidad siempre destacan que la selección de los KPIs claves para un negocio es necesario enfocarla dependiendo de cada empresa, sus necesidades y sus objetivos.

Sin embargo, comparten cinco medidores clave que suponen un mínimo común denominador perfectamente exportable a cualquier compañía a la hora de evaluar su salud financiera:

  • Las Ventas: el aspecto más básico de la supervivencia empresarial

Las ventas son la parte más básica detrás del funcionamiento de cualquier empresa. Se trata de los ingresos de la compañía e impactarán directamente en el correcto rendimiento, asegurando un mayor margen de solvencia. Cualquier indicador que afecte a las ventas, como la variación del precio, es susceptible de impactar en la evolución de las ventas de cualquier proyecto empresarial. En este sentido, es importante evaluar si se está cumpliendo con las metas de ventas o si es necesario impulsar estrategias comerciales, entre otros aspectos, para asegurarse de que el negocio pueda mantenerse a flote y prosperar.

  • El Margen Bruto: los beneficios de la compañía tras deducir los costes directos

Aunque a algunos pueda parecerle extraño, no es suficiente focalizarse en tener unas altas ventas, sino que es igual de importante entender cuánto se gana después de deducir los costes directos de producción o adquisición. Por ello, hay que tener en cuenta que ese margen bruto no sólo debe ser positivo, sino suficiente para cubrir todos los costes fijos de actividad que se puede tener en un negocio. Este es un aspecto muy importante ya que no tendrán los mismos gastos aquellas compañías dedicadas a ofrecer servicios online, que las que cuenten con fábricas y materiales para producción. En este sentido, es importante evaluar si el precio va acorde a los gastos de producción y las subidas que pueda acarrear la inflación, para poder adaptarlos al mercado y continuar con unos beneficios que permitan hacer crecer la compañía.

  • Ebitda: el indicador clave para conocer cuánto genera el negocio

El ebitda (Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization) es una métrica fundamental para evaluar la rentabilidad de un negocio. Muestra de forma directa el beneficio de una empresa antes de restar los intereses que debe pagar por la deuda contraída, los impuestos propios de la naturaleza del negocio, las depreciaciones por deterioro de éste y la amortización de las inversiones realizadas. Este indicador es el primero que miran muchos asesores financieros para conocer el estado de la compañía ya que muestra cuánto genera realmente el negocio. En esta misma línea, es importante monitorizar la deuda ebitda, ya que es el indicador que permite ver el nivel de apalancamiento que tiene la empresa, un aspecto clave para analizar su solvencia.

  • Deuda: un aspecto de suma importancia que ha de mantenerse bajo control

Además de la relación de deuda ebitda, es importante evaluar la cantidad total de deuda de una empresa en relación con su patrimonio neto. Monitorizar y conocer al detalle el nivel de endeudamiento proporciona una visión más amplia de la salud financiera de cualquier empresa. Está claro que un alto nivel de endeudamiento puede poner en riesgo la estabilidad financiera del negocio, ya que aumenta la presión para cumplir con los plazos de pago y puede afectar negativamente a la cantidad de dinero que requiere la compañía en el día a día. Mantener el nivel de deuda bajo control es esencial para garantizar la solidez de una empresa a largo plazo.

  • Tesorería: el análisis que ayudará a mantener la liquidez de la compañía

La gestión de la tesorería es fundamental para la supervivencia de la empresa. La liquidez es el recurso vital que asegura que la compañía pueda cumplir con los compromisos financieros a tiempo. Sin una gestión adecuada de tesorería, la empresa podría enfrentar problemas de flujo de efectivo que podrían llevar al cierre. Del mismo modo, es un aspecto clave a la hora de analizar la gestión de riesgos, la optimización de la rentabilidad y la planificación financiera, ayudando a mantener la salud financiera necesaria para prosperar en un entorno empresarial complejo como el que vivimos hoy en día.

Todos estos medidores analizados –ventas, margen bruto, ebitda, deuda y tesorería – proporcionarán sin duda un análisis que ayudará a medir la salud financiera del negocio y dará respuesta a la viabilidad de cualquier proyecto empresarial, lo que permitirá tomar decisiones eficientes basadas en datos para asegurar su continuidad.

 

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