Llevar la tecnología en el ADN, clave del éxito para sobrevivir al covid-19

TPB303, jul20. Un estudio de VMware apunta que el componente tecnológico ya no es optativo en la cúpula directiva. Se había logrado este tiempo sentar al CIO en igualdad de condiciones para la planificación de la estrategia, que sin el convencimiento e implicación del CEO los proyectos de transformación digital lo tienen muy mal. Estamos en una nueva vuelta de rosca.

CUANDO SE trata de prosperar en el mundo empresarial, los puestos de liderazgo deberían estar ocupados por personas con experiencia en el ámbito de la tecnología, como el desarrollo de aplicaciones o software. Así lo afirman cuatro de cada cinco (82%) líderes empresariales de España, un 11% más que el promedio de EMEA y el segundo porcentaje más alto después de Rusia. El estudio, llevado a cabo por Vanson Bourne para VMware en abril de 2020 a 2.250 entrevistados, revela que elevar a los miembros del equipo de tecnología a roles de liderazgo genera un mayor valor para toda la organización.

Si hablamos de beneficios concretos, la mitad (50%) de los directivos encuestados destacan la mejora de la eficiencia en toda la organización, el 58% reconoce un mayor rendimiento empresarial (esto es un 16% más que la media de EMEA), el 48% un mayor potencial de innovación y un 40% cree que mejora las experiencias de los clientes. Es de notar que la encuesta hay que situarla en un contexto de interrupción sísmica, donde la transformación digital, la forma en que la tecnología transforma o mejora los modelos de negocio, ha servido para ayudar a los líderes y a sus organizaciones a adaptarse a la dinámica de un mercado en rápida evolución, a los modelos empresariales cambiantes y a la movilización de los empleados.

Durante la pandemia, las empresas españolas destacan los beneficios de las aplicaciones modernas, por ejemplo, para mejorar su rendimiento y resiliencia. Un 62% de los encuestados destacaron el papel de las aplicaciones para permitir a los empleados trabajar a distancia, y dos de cada cinco (45%) se refirió a su capacidad para impulsar continuamente las actualizaciones en respuesta al panorama cambiante, así como habilitar un tiempo de actividad fiable.

De hecho, un 76% de los desarrolladores de aplicaciones y líderes tecnológicos de España creen que, sin una modernización satisfactoria de las aplicaciones y su comprensión, las organizaciones no podrán ofrecer la mejor experiencia a sus clientes. La comunidad de directivos mundial se hace eco de ello; hasta el 88% cree que la mejora de las carteras de aplicaciones mejorará también la experiencia del cliente, lo que está estrechamente ligado al aumento de ingresos (The Improving Customer Experience and Revenue Starts With the App Portfolio, otro estudio encargado por VMware esta vez a Forrester Consulting).

“Los líderes empresariales nunca han estado al frente de tanto cambio, por lo que aquellos con un conocimiento inherente de la tecnología y de cómo las aplicaciones pueden ayudarles a adaptarse a cualquier condición del mercado ahora y en el futuro tienen una verdadera ventaja. De hecho, tres cuartas partes de los líderes empresariales mundiales están de acuerdo en que un conjunto de habilidades de liderazgo que partan de la inclusión de la tecnología conllevará consigo el éxito”, afirmaba María José Talavera, directora general de VMware Iberia. “Desde las decenas de millones de personas y estudiantes que ahora trabajan desde sus casas, hasta los gobiernos que crean aplicaciones de rastreo de contactos en meses, pasando por los bancos que son capaces de escalar para proporcionar importantes flujos de ingresos, hasta empresas y minoristas que buscan opciones de plataformas digitales casi de la noche a la mañana, esta pandemia ha conseguido impulsar una década de transformación digital en apenas unos pocos meses”.

Estas cifras fueron compartidas en un webminario distendido donde se pudo compartir virtualmente un piscolabis. Además de la country manager, se contó con la presencia de Moisés Navarro, principal business solutions strategist de VMware Iberia, que apuntaba que “es la capacidad de conseguir estas aplicaciones empresariales definitivas, que hacen llegar información y servicios a los usuarios siempre que es necesario, lo que sustenta el éxito e impulsa el compromiso del cliente. Si a un liderazgo que lleva la tecnología en su ADN, le sumamos una base digital basada en el software capaz de ofrecer estos servicios digitales, conseguimos una combinación ganadora”.

Una ventaja competitiva, nacida del continuo desarrollo y prestación de nuevas aplicaciones y servicios, también se ve reforzada por los estudios que revelan que las empresas con un alto rendimiento en la región de EMEA tienen una tasa de desarrollo de aplicaciones más eficiente y eficaz. En las empresas con un alto rendimiento (las que se caracterizan por un nivel de crecimiento anual de más del 15% en términos de ingresos), dos tercios (66%) de las nuevas aplicaciones llegaron a producción, en comparación con el 41% de las que lo hicieron en organizaciones con un bajo rendimiento (crecimiento anual igual o inferior al 0%). Por otra parte, mientras que el 70% de las aplicaciones llegaron a producción cumpliendo el plazo previsto en organizaciones de alto rendimiento, sólo el 41% lo hizo en organizaciones con un bajo rendimiento.

“Desde la incorporación de Pivotal, VMware ha estado muy activa en la capa de aplicaciones que se desarrolla por encima de Kubernetes. Estamos en una fase clave donde las empresas han aprovechado para remozar y mejorar sus aplicaciones sobre todo las que impactan de lleno en su negocio, buscando mayor competitividad. Puro desarrollo”, contaba Navarro. Lo cual no quiere decir que se haya pasado la fiebre de los contenedores. “Si ya en el vSphere7 decíamos que 2020 iba a ser el año de los contenedores, ahora estamos en el segundo lugar en cuanto a contribución a Kubernetes, y esperamos sorpasar a Google como número uno en contenedores en nativo”.

La relación entre UX e ingresos

En un clima que continúa poniendo a prueba a las empresas, los directivos internacionales reconocen la gran importancia de la experiencia de usuario (UX) para el rendimiento del negocio. Hasta un 82% relaciona directamente la UX con el incremento de los ingresos. Y el factor fundamental son las aplicaciones, que son la forma en que las empresas ofrecen sus servicios y atraen público. Asimismo, más de tres cuartos (78%) consideran que mejorar sus aplicaciones es una prioridad. Así lo indica el estudio realizado por Forrester Consulting para VMware.

Sin embargo, muchas compañías se encuentran en desventaja. Hasta un 48% de los entrevistados admite que las últimas mejoras de aplicaciones se han realizado hace más de un año y el 34% ni siquiera ha comenzado a ocuparse de ello o no está seguro de haberlo hecho. En consecuencia, de los 600 responsables de TI y vicepresidentes senior consultados, el 46% admite que la eficacia de sus organizaciones para ofrecer una experiencia de cliente positiva es, en el mejor de los casos, moderada.

Los directivos consultados hacen referencia a los numerosos problemas por los cuales la modernización de aplicaciones no ha sido una prioridad. Uno de los factores más citados es la financiación (76%), así como la dificultad de implementar una estrategia coherente en los distintos departamentos de las organizaciones (72%) y la resistencia al cambio de los equipos de TI (70%). Estas dificultades se intensifican debido a los obstáculos específicos del área informática, incluida la enorme inversión que requieren las aplicaciones heredadas, la dificultad de garantizar la seguridad de los datos confidenciales y los escasos conocimientos del personal acerca de la nube y la computación en el perímetro.

Sin embargo, el impacto de las mejoras en las aplicaciones dentro el negocio es muy significativo: el 40% de los ejecutivos que han mejorado sus carteras de aplicaciones observan un aumento en sus ingresos, mientras que el 37% señala una mayor satisfacción de sus clientes y el 32% advierte que ha atraído nuevos clientes.

“No cabe duda de que en 2020 se ha puesto a prueba la capacidad de adaptación de las empresas. El empleo de nuevas aplicaciones para atraer/retener clientes y así mantener o mejorar la rentabilidad ha sido un factor diferencial. Pero ser capaces de modernizar aplicaciones heredadas del pasado, a la vez que adoptar aplicaciones nativas en la nube, ha obligado a los responsables de TI a pensar en cómo hacerlo de forma segura en un mundo de múltiples nubes. Para acelerar el ritmo de innovación, es necesario simplificar las operaciones y la administración”, afirma María José Talavera. “Para poder avanzar a la velocidad necesaria, es fundamental contar con una base digital que permita crear, ejecutar, administrar, conectar y asegurar las aplicaciones críticas. Cuanto más sencillo sea unir esos puntos, mayor será la eficacia de las empresas para impulsar nuevos servicios y experiencias de cliente y, de ese modo, adaptarse, sobrevivir e incluso prosperar”.

Cómo no, el software de VMware ayuda en todo esto y potencia las infraestructuras digitales más complejas del mundo. Su oferta en soluciones multicloud, modernización de aplicaciones, redes, seguridad y puesto de trabajo digital ayuda a los clientes a romper los silos y crear un flujo de innovación llevada a producción en un tiempo de entrega inferior, y hacer que cualquier aplicación de negocio funcione en cualquier nube en cualquier dispositivo. A parte de ello, MVware ha lanzado otras propuestas más reales: “Además de habilitar 90 días a coste cero, ha sido el de posponer pagos al año que viene 2021 y establecer un plan de cuotas abordable. Es un programa mundial, pero pionero de España, aquí nos movemos mucho, fuimos de los primeros, luego se extendió a EMEA y ahora es worldwide”, explicaba Talavera.

Como colofón ante esta fase de “nueva normalidad”, Navarro quiso recordar una frase de JFK: “No te preguntes lo que tu país puede hacer por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por tu país”. Eso, y que como apuntaba la directora , “no minusvaloréis el poder de la prensa especializada, necesitamos voces que defiendan el sector y lo hagan más explicable”.

Al rescate de las pymes

Una de las preocupaciones personales de Mª José Talavera, de la que ha hecho bandera, es la necesidad de que la transformación digital llegue a todas las empresas de España. “Falta un plan clave para las pymes españolas, que no cuentan precisamente con recursos TI como las grandes. Es un tema que me preocupa mucho, y no veo que haya por parte de nadie un plan suficientemente ambicioso que acelere su transformación digital a través de un esfuerzo troncal. Y si las pymes se van al hoyo, España se va detrás de ellas”, manifestaba.

A lo que añade la country manager española: “Haría falta una mayor colaboración público-privada. Ya apunté la idea en algún foro. Las pymes no tienen un departamento TI que las pueda dar soporte, y por otro lado tenemos un montón de Universidades de las que nos quejamos por el poco enganche que tienen con el mundo laboral porque no son prácticas. Yo propondría si tuviera capacidad de mando establecer por cada Comunidad Autónoma programas de cooperación que juntase a estudiantes de carreras técnicas pero no solo, que fuese un proyecto multidisciplinar con alumnos de derecho, economía o marketing, que su proyecto de fin de carrera estuviera asociado a un caso real que fuese digitalizar una pyme, que hubiera una lista de empresas y negocios que quisieran participar. Además sería algo simbiótico, ayudas a tu región, a tus futuros profesionales de una manera factible y eminentemente práctica, y no escribiendo un tocho que se va a quedar en el fondo de un cajón”.

El teletrabajo ha llegado para quedarse. En el webminar se relató alguna experiencia reciente de VMware. “Hemos incrementado en un 30% trimestre sobre trimestre nuestra actividad y somos un gran contribuidor en proyectos de remotización, seguridad y movilidad. Sin citar al cliente, hemos habilitado 14.000 puestos de trabajo a una entidad financiera de la noche al día y en nube pública. No tenían tiempo para más consideraciones, debido a la urgencia”, contaba Mª José Talavera. “Íbamos más a ayudar que a ganar dinero, porque de hecho los primeros 90 días salen sin coste alguno, pero claro, un proyecto así no tiene sentido si no se estabiliza en el tiempo. Y ahora toca la fase de asentamiento, ya que no estaremos en una era post covid hasta que no haya vacuna, porque puede rebrotar en cualquier momento y volverse al confinamiento”.

Esta visión de llegar a la siguiente base la tiene también Moisés Navarro: “Esa fue nuestra respuesta y ahora toca asentarlo, una vez se salió del apuro es hora de darle sostenibilidad. Hubo urgencia, se notó que no todos estábamos preparados y ahora se trata de que no nos vuelva a pillar el toro. Y los que pasaron de cientos a miles, ahora que pasen a decenas de miles y más”. A lo que añade el principal business solutions strategist: “Quería compartir también una lectura que hace IDC del mundo pero también que se confirma en España. Las empresas en su conjunto han sufrido un impacto negativo muy fuerte en sus ingresos, sin embargo esta remotización forzosa de la fuerza laboral ha mejorado algunos KPIs de eficiencia y productividad, dando por ejemplo mejores tiempos de respuesta a clientes o sacando aplicaciones de manera más acelerada. Esta remotización está viéndose como algo con recorrido, que puede ser medible y mejorable”.

Ya se ha podido comprobar que no es un mal remedio y algunas compañías lo tienen incluso bien visto. “Se ha roto esa idea de si estás en casa no estás trabajando. Yo creo que en cuestión de un año y medio se asentará esta tendencia”, vaticina Talavera. “Hemos ido parcheando pero ahora no vamos a volver atrás. Por cierto, que el teletrabajo le va a venir muy bien a un país como España. Si podemos teletrabajar no todos van a querer seguir viviendo en pisos pequeños y sin luz en grandes urbes, se va a poder elegir ubicaciones más remotas”. Una oportunidad para la España vacía; y lo mismo, muchos extranjeros van a preferir venirse a trabajar a un lugar soleado de costa en vez de sus tristes y lluviosas ciudades. “El covid ha sido el desencadenante e impulsor de esta tendencia, es verdad que ha sido traída por una situación tan nefasta como una pandemia, pero el que se quede es por sus cosas positivas”.

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