Cinco macrotendencias en el entorno laboral
Jabra ha detectado las próximas grandes tendencias y los escenarios más prolíficos y fiables en cuanto a trabajo híbrido. Dada la rapidez y constancia con que cambian las formas y el lugar de trabajo tras el auge de los modelos híbridos, los directivos deben ahora más que nunca adelantarse y prever cuándo aparecerán nuevas tecnologías que ayuden a los trabajadores a ser más eficaces y productivos.
Para la compañía danesa, buscar la tecnología por sí misma es ineficaz si no cumple el objetivo de dar valor a las personas. Por tanto la innovación debe surgir de un conocimiento profundo de las necesidades humanas presentes y futuras, en lugar de basarse simplemente en las capacidades técnicas. “Esto no es una mera obviedad; es un paso vital hacia el establecimiento de una marca digna de confianza y centrada en las personas”, aseguran sus ingenieros.
Por eso cada año se analizan más de cien tendencias sociales que luego se reducen a una decena de macrotendencias que afecten al futuro del trabajo. Y sobre esa base, se lleva a cabo una encuesta holística y en profundidad con 76 expertos académicos y de la industria, desde escritores especializados en gestión empresarial y hasta psicólogos del trabajo. Así, Jabra ha diseñado cinco escenarios potenciales, o “tendencias del futuro del trabajo”, para los próximos cinco años, que tendrán impacto en empresas, empleados, lugar de trabajo y tecnología:
- Tendencia #1: Foco en el bienestar de los empleados
Es un hecho que el máximo rendimiento de un empleado deriva de su bienestar general, tanto en el trabajo como fuera de él. Las empresas, cada vez más conscientes de esta evidencia, se esforzarán por supervisar y detectar el burnout (o síndrome de desgaste), la sobrecarga y el estrés de los trabajadores, y por crear entornos más positivos que conduzcan a una mayor satisfacción. Pero velar por la salud mental de los empleados dejará de ser una responsabilidad exclusiva de RRHH y pasará a formar parte de las tareas directivas. La estrategia pasará por proporcionar recursos y aplicar medidas que garanticen que el trabajo es un entorno no tóxico e inclusivo.
La tecnología también jugará un papel clave al respecto, por ejemplo, a través de bots de chat de terapía generados por IA, plataformas de seguimiento de salud, wearables y otras soluciones automatizadas integradas que ayudarán a monitorizar y medir los signos de burnout para actuar ante ellos. Asimismo, en los próximos cinco años veremos de forma más extendida, y comenzando por las grandes compañías, biosensores que recogerán datos sobre las emociones de las personas que ayudarán a crear espacios de trabajo optimizados. La tendencia apunta a que los entornos laborales evolucionarán hacia una mezcla de espacios cerrados y abiertos, en los que es probable que se utilicen diferentes paletas de colores y configuraciones de iluminación para acomodar también diferentes estados emocionales o necesidades basadas en la personalidad.
- Tendencia #2: Superequipos ágiles
Cada vez más, veremos que trabajadores expertos o especializados en un ámbito se juntarán con otros especialistas para trabajar en un proyecto. De esta forma, para cada proyecto, se crearán equipos diferentes, y los empleados pasarán a ser miembros de múltiples equipos, capaces de cambiar de un proyecto a otro. Conocido como modelo de trabajo «hollywoodiense», se seleccionará a los mejores para cualquier proyecto, lo que significa que las empresas tendrán que esforzarse más por promover y mantener sus culturas identitarias.
¿Cómo se reflejará esto en las demandas tecnológicas? Las empresas seguirán promoviendo más y más las formas de colaboración, y demandarán nuevas tecnologías y herramientas que garanticen una colaboración ubicua eficaz y segura. Se necesitarán salas de reuniones bien equipadas, versátiles, privadas y seguras que garanticen una colaboración híbrida y online eficaz, además de la compatibilidad universal de los dispositivos del trabajo. Pero por otro lado, es posible que a medio o largo plazo el BYOD (“Bring Your Own Device”) sea potenciado por las mismas compañías para su empleo dentro y fuera de la oficina. Los recursos de trabajo tendrán que estar basados en la nube y ser accesibles desde cualquier lugar. Una conectividad multiplataforma sin fisuras y un almacenamiento y acceso basados en la nube serán cruciales para dar cabida a quienes trabajen para varios entornos a la vez.
- Tendencia #3: La sostenibilidad en el núcleo de la empresa
En medio de la creciente preocupación por el cambio climático, las empresas continuarán adoptando una mayor responsabilidad medioambiental y los empleados serán cada vez más conscientes de las repercusiones de una vida sostenible. Veremos incentivos como la recompensa a empleados que elijan opciones sostenibles para desplazarse al trabajo como ir en bicicleta o a pie. Y los viajes de negocios disminuirán a cambio de las videoconferencias, lo que impulsa de nuevo la necesidad de tecnologías y herramientas que garanticen una colaboración online eficaz.
Las empresas apostarán por lo sostenible y lo local, la reutilización y reciclaje de materiales, y la conservación de la energía se convertirá en una prioridad, desafiando el equilibrio entre la automatización y el uso de la electricidad. También experimentaremos un auge de los modelos de negocio basados en el reacondicionamiento y reventa de productos tecnológicos, incluso auspiciadas por las mismas marcas fabricantes. Probablemente habrá políticas medioambientales más estrictas, transparentes y sólidas y las empresas se centrarán en reducir la huella de carbono en sus cadenas de suministro.
En cuanto a la tecnología, la IA y la automatización contribuirán en el diseño de edificios inteligentes y energéticamente eficientes, controlando la temperatura y automatizando el suministro eléctrico. Las oficinas también se construirán utilizando prácticas más sostenibles, como la construcción modular, materiales renovables, placas solares para autoconsumo o recogida de agua de lluvia.
- Tendencia #4: Cualquier lugar puede ser, potencialmente, tu oficina
La oficina del futuro será dinámica, estará desvinculada de ubicaciones fijas y se apoyará en plataformas universales de comunicación y tecnología en la nube. Se podrá trabajar desde cualquier parte: de camino al trabajo, en cafeterías y hoteles, de viaje. El hardware avanzado, con cancelación de ruido y fácilmente portable, fomentará la colaboración y los espacios de trabajo diversos, reduciendo las distracciones de fondo y mejorando la calidad de las interacciones. Se crearán espacios de trabajo virtuales. Las reuniones online, las conversaciones de trabajo y las formaciones serán más envolventes con la ayuda de la Realidad Aumentada y la Realidad Virtual, o simplemente con una integración de software de vídeo y audio más sofisticada.
Las ventajas para los trabajadores de este nuevo paradigma, ligadas a la tendencia #1 1, radican en que el trabajo flexible ayuda en la desconexión emocional y fomenta la conciliación de la vida laboral y personal. Sin embargo, el principal inconveniente será que la falta de puntos de contacto en persona puede hacer que los empleados se sientan aislados y se debilite en sentimiento de pertenencia a la empresa. Desde el punto de vista de la compañía, se podrá acceder a una reserva de talento más diversa, sin límites geográficos, ya que los empleados ya no necesitarán vivir a una distancia que les permita desplazarse al trabajo.
Pero las empresas tendrán que asegurarse de que son capaces de supervisar eficazmente el rendimiento de las nuevas funciones cuando los empleados trabajen a distancia. Los espacios de trabajo deberán estar equipados con dispositivos que permitan una conectividad más fluida, adaptándose a las reuniones en persona, híbridas y a distancia. Incluso las empresas podrían empezar a alquilar un mayor número de oficinas más pequeñas, para dar cabida a una plantilla más dispersa geográficamente, y por estancias más cortas, adaptadas a ciertos proyectos.
- Tendencia #5: Apuesta por el empleado en su totalidad
Los cambios en el lugar de trabajo son inevitables, y los más afectados son los trabajadores, que demandarán entornos adaptados y más inversión para salud laboral por parte de las empresas. Observaremos una nueva forma de entender la productividad, directamente relacionada con la “felicidad” de sus empleados. Cuanta más inversión, mayor productividad. Esto ocurrirá especialmente en las grandes compañías, donde las inversiones tangibles en los empleados invertirán la tendencia a la bajada de confianza en las empresas.
En cuanto a tecnología, los trabajadores esperan que los dispositivos y herramientas que usan en el ámbito laboral se integren a la perfección con su vida personal, racionalizando su uso. Las políticas tecnológicas rígidas darán paso a la personalización, permitiendo a los empleados elegir sus dispositivos y aplicaciones en función de sus necesidades, estilo de trabajo o preferencias. Esta adaptación, que incluye interfaces personalizadas y asistentes de IA, mejorará la productividad y la satisfacción laboral. A cambio, los dispositivos deberán ser duraderos para resistir un mayor uso más allá de los ámbitos profesionales. Además, la interoperabilidad entre distintos dispositivos y sistemas operativos deberá cumplir nuevas normas de conectividad.
Las empresas que quieran abrazar este futuro, deben adaptarse a la evolución de las necesidades y expectativas de sus trabajadores en tiempo y forma. Esto incluye desde satisfacer las demandas de los empleados en cuanto a bienestar y sostenibilidad, hasta facilitar hábitos de trabajo flexibles. Aplicar cambios en consonancia con estas tendencias será la clave para impulsar el éxito durante los próximos años.