Se demuestra cómo unas gafas AR pueden salvar vidas sin conocimientos médicos

El Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña (INEFC) publica un estudio con una prueba piloto que abre la puerta al uso de gafas inteligentes en urgencias extrahospitalarias por parte de personal no médico, con la asistencia remota de personal sanitario. La prueba piloto la ha recogido un artículo científico publicado recientemente en la revista Sensors, que detalla una simulación con 38 socorristas que pudieron aplicar correctamente, gracias a la realidad aumentada, el protocolo de atención a un parto extrahospitalario.

La profesora titular de Primeros Auxilios y Patologías del Departamento de Salud y Ciencias Aplicadas de la INEFC de barcelona, la doctora Silvia Aranda-García, ha coordinado, en el marco de su segunda tesis doctoral, un estudio piloto sobre atención médica a distancia con la ayuda de unas gafas inteligentes, realizado en la Universidad de Santiago de Compostela (USC) bajo la dirección de Antonio Rodríguez, del grupo Clinursid de la USC, y Roberto Barcala, del grupo Remoss de la Universidad de Vigo (UVigo).

El estudio, que dispuso de un simulador maternofetal y dos grupos de reanimadores, contó con 38 socorristas que pudieron seguir la mayoría de los pasos incluidos en el protocolo de atención al parto extrahospitalario, con las instrucciones que recibían, a distancia, de una matrona mediante unas gafas inteligentes de AR.

Bajo su asesoramiento telemático, y después de una formación previa en el uso de este tipo de dispositivo cada vez más común, que puede reproducir tanto voces como imágenes, el 35% de las personas completó de manera correcta el protocolo de atención al parto, que consta de trece pasos, y más del 90% de las personas que participaron llevaron a cabo correctamente al menos once de los pasos.

La asistencia recibida por estas personas a través de las gafas AR incluía consejos médicos, como la protección activa del periné con imágenes de la colocación correcta de las manos, también para la extracción del hombro anterior del bebé, y recomendaciones de carácter menos técnico, como tranquilizar, informar y respetar a la mujer embarazada. Frente a este grupo de socorristas teleasistidos, había otro grupo de profesionales que carecía de instrucciones y que no pudo completar el protocolo.

La particularidad de este estudio, con Aranda-García del INEFC como responsable principal de esta línea de investigación, reside en el hecho de que casi no existen estudios previos sobre la utilidad de unas gafas inteligentes alrededor de la salud más allá del ámbito hospitalario, y menos todavía con personal no médico, como puede ser el que forman los grupos de socorristas que tomaron parte de este experimento.

La investigación parte de la publicación «Dispatcher, Can You Help Me? A Woman Is Giving Birth». A Piloto Study of Remote Video Assistance with Smart Glasses (Operadora, ¿me puede ayudar? Una mujer está dando a luz”. Un estudio piloto de videoasistencia remota con gafas inteligentes), cuya autoría principal es de la ya mencionada Sílvia Aranda, integrante del Grupo de Investigación en Actividad Física, Alimentación y Salud (GRAFAIS) del INEFC, junto con Myriam Santos, Felipe Fernández, Roberto Barcala, Manuel Pardo, Encarna Hernández, Lucía Varela, Silvia San Román y Antonio Rodríguez como coautores.

Las personas investigadoras optaron por reproducir un nacimiento lejos de un hospital porque, a pesar de tratarse de un hecho inusual, puede comportar problemas de morbilidad y mortalidad perinatal. Y si a esto le sumamos un entorno singular como puede ser una playa, de difícil acceso para el personal sanitario, se explica por qué el grupo de investigación optó por el personal socorrista, acostumbrado a atender todo tipo de emergencias, sobre todo acuáticas, pero raramente un parto.

La publicación de este estudio abre la puerta a que las gafas inteligentes tengan diferentes aplicaciones médicas en entornos extrahospitalarios, y que se puedan atender emergencias críticas durante los primeros minutos con el asesoramiento telemático de profesionales sanitarios, una nueva vía que puede ayudar a salvar vidas y a evitar secuelas.

 

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