La AEC prevé cerca de un 30% más de ingresos en defensa y ciberseguridad en 2025

Las consultoras que integran la Asociación Española de Empresas de Consultoría (AEC) prevén un crecimiento cercano al 30% en sus ingresos procedentes del sector de la defensa y la ciberseguridad en 2025. En concreto, se espera un aumento del 28,9% para este año, impulsado por el nuevo ciclo inversor que experimenta la política de defensa de España y de la Unión Europea.

De acuerdo con las estimaciones de la AEC, que representa en torno al 70% del sector, en 2024 los ingresos de las consultoras en defensa y ciberseguridad alcanzaron los 1.125 millones de euros, una cifra que se elevará hasta los 1.450 millones en 2025. Este incremento refleja el papel cada vez más estratégico de la consultoría tecnológica en la transformación digital de las capacidades de defensa, la ciberseguridad crítica y el desarrollo de tecnologías duales con aplicación tanto militar como civil.

Con el objetivo de profundizar en este escenario, la AEC organizó el encuentro informativo ‘Defensa y tecnologías duales: la consultoría ante el reto de la seguridad’. José María Beneyto, presidente de la AEC, ha señalado que «las empresas de consultoría tecnológica juegan un papel fundamental en este nuevo ciclo inversor en defensa. Aportan capacidades avanzadas en ciberseguridad, inteligencia artificial o digitalización de operaciones que son imprescindibles para la modernización de las Fuerzas Armadas y para garantizar la seguridad nacional en un entorno geopolítico cada vez más complejo”.

«En el sector de la defensa y las tecnologías duales, las consultoras ofrecen su experiencia y conocimiento para anticipar riesgos, desarrollar estrategias de protección y resiliencia, y acompañar a las instituciones en la transformación que exige el contexto de seguridad europeo”, ha añadido Beneyto.

En el foro han intervenido nueve expertos de consultoras asociadas a la AEC que están liderando proyectos estratégicos en el ámbito de la defensa y la ciberseguridad. En el primer bloque, dedicado a las soluciones desde la consultoría, Sindia Olmo, jefa de Seguridad del Servicio de Protección de Izertis ha indicado que “la ciberseguridad y la ciberinteligencia no son solo herramientas defensivas: son palancas de innovación, competitividad y crecimiento. Invertir en ellas es invertir en la defensa del futuro y en la resiliencia de empresas y países”.

Pablo Pérez Román, director de Defensa y Seguridad para el sector público en Accenture en España, ha afirmado: “En un contexto de defensa y seguridad cada vez más complejo y digital, la consultoría tecnológica se posiciona como un socio estratégico clave del Ministerio de Defensa, para modernizar y reforzar con tecnología más avanzada la seguridad nacional. Nuestra experiencia y talento aceleran la adaptación y aplicación de las tecnologías duales, nacidas en el ámbito civil, a las necesidades de nuestras Fuerzas Armadas. La inteligencia artificial, el dato, la nube, la ciberseguridad o el 5G/6G son algunos ejemplos en los que abordamos todas las fases del ciclo de vida, desde el diseño a la implantación y sostenimiento, preservando la soberanía y autonomía estratégica nacionales”.

Para cerrar esta primera parte, Salvador Magán, responsable del sector Aeroespacial y Defensa en Capgemini España, ha apuntado que “la defensa no avanza solo con tecnología, sino con personas capaces de impulsarla. El talento, el conocimiento y la colaboración son la verdadera base de la soberanía tecnológica de España. Si queremos competir globalmente, debemos ofrecer oportunidades de alto valor aquí, conectar universidad e industria y fortalecer un ecosistema que genere innovación, empleo cualificado y desarrollo en todo el territorio. Nuestro compromiso es claro: impulsar las capacidades que permitan a España liderar el futuro de la defensa”.

Tecnologías de doble uso: casos prácticos

En el ámbito de las tecnologías de doble uso, Pablo Carrera, asesor de Defensa y Aeroespacial en Sopra Steria Next ha incidido en que “la Inteligencia Artificial se ha consolidado como una tecnología estratégica con impacto, no solo en el ámbito civil, sino también por sus aplicaciones en defensa. Herramientas para la detección de amenazas, la ciberdefensa, el análisis multisensor y la operación autónoma de vehículos reflejan su papel clave en entornos críticos. En este sentido, contar con un partner tecnológico para desarrollar soluciones que mejoren la seguridad y faciliten la toma de decisiones en tiempo real, puede marcar la diferencia”.

Al hilo, Daniel Gallardo, director de Operaciones de Defensa en Inetum, ha explicado: “Un ejemplo es el Gemelo Digital, que une el mundo físico y virtual para optimizar procesos y decisiones, con aplicaciones en logística y mando y control. También trabajamos en ciberseguridad, incorporando la gestión de identidades no humanas para reducir riesgos críticos. Y desarrollamos analítica avanzada, que combina IA y aprendizaje automático para predicciones, automatización y conciencia situacional en ámbitos como mando y control, logística y guerra electrónica”.

Para cerrar este bloque, Óscar Fraguas, responsable de Operaciones de Defensa y Seguridad en Atos, ha ahondado en la relevancia de las telecomunicaciones 5G, IoT y la conectividad multidisciplinar: “Dotar a nuestros operativos de mejoras en las capacidades de comunicación en tiempo real en las zonas de intervención, es fundamental para el éxito de las misiones”.

Nuevo ecosistema colaborativo

Finalmente, en el espacio dedicado al impacto en el sector y en el conjunto de la economía, Juan Gómez, socio responsable de Seguridad y Defensa en NTT Data, ha destacado que “la defensa del futuro no se construye solo con armamento, sino con inteligencia, tecnología avanzada y la capacidad de adaptarnos con rapidez a un entorno global en constante cambio”.

Por su parte, Alfredo Sanz, director de Riesgos y Seguridad Global en Grupo Oesía, ha planteado que “para que la Defensa sea eficaz es preciso que cuente con la última tecnología disponible. Históricamente, las grandes empresas tienen más dificultades que las pymes y startups para realizar las innovaciones disruptivas que el entorno actual demanda. Por esa razón es imprescindible disponer de un completo ecosistema basado en una estrecha colaboración entre las universidades, las pequeñas y medianas empresas, y los grandes plataformistas. La administración, por su parte, debe ser el agente que genere las condiciones óptimas para la creación y supervivencia de dicho ecosistema”.

Natalia García, directora de Sector Público en Altia, ha concluido que “debemos invertir en defensa por el bien común, como protección y disuasión, para estimular la innovación tecnológica y reorientar el gasto público hacia el I+D, y permitirnos así aumentar la inversión privada, la productividad y el crecimiento económico a largo plazo”.

Transformación de las Fuerzas Armadas

El evento ha contado con la participación del teniente general Raimundo Rodríguez Roca, jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra, quien ha aportado su visión sobre los retos operativos y tecnológicos de las Fuerzas Armadas en el contexto actual: “Las tecnologías duales son clave. No podemos separar la innovación que se produce en el ámbito civil con la que se produce en los campos de batalla como Ucrania. Tecnologías como la inteligencia artificial modifican de raíz la orientación de capacidades de defensa de los países. Avanzamos hacia nuevas infraestructuras, nuevas tecnologías duales y personal especializado; pero sobre, todo es importante mantener la voluntad del impulso”.

En un punto de inflexión histórico en la política de seguridad y defensa europea y española, en el que España ha alcanzado en 2025, por primera vez, el objetivo del 2% del PIB en gasto militar, la consultoría tecnológica se consolida como un actor clave en la transformación del ecosistema de defensa.

 

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