ESET ofrece sus recomendaciones para no perder los datos

En la edad de la información en la que vivimos, la pérdida de datos importantes es una de las mayores tragedias que nos puede ocurrir, al menos en el mundo digital. Imaginemos perder datos críticos justo antes de presentar un importante proyecto con una fecha de entrega inminente o, a nivel personal, los documentos necesarios para solicitar un crédito. O la primera foto que le hiciste a tu hijo.

Con motivo del pasado Día Mundial de la Copia de Seguridad, una iniciativa con la que se pretende concienciar acerca de la importancia de estar preparado y evitar importantes pérdidas de datos digitales. Por ello, desde ESET se recuerda el impacto que puede provocar no contar con una copia de seguridad cuando se sufre una pérdida de datos y qué hacer en caso de que nos suceda.

¿Cuál es el impacto de una pérdida de datos?

Imaginemos perder un documento crítico para un proyecto importante con una fecha de entrega cercana y del que no disponemos de una copia de seguridad. El tiempo que pasaremos intentando recuperar la información o volviendo a recopilar y rescribirlo todo se traduce en tiempo que no se invierte en otros proyectos e incluso en la entrega de un resultado inferior al original.

El impacto de una pérdida de datos puede variar dependiendo del tipo de información y cuándo se ha perdido. Si se guardan copias de seguridad de forma periódica, la mayoría de los problemas provocados por una pérdida de información se pueden evitar restaurando desde la copia de seguridad. Además de las pérdidas de datos relacionados con nuestro trabajo también podemos perder valiosos recuerdos en forma de fotografías o vídeos que ya no se podrán volver a recrear y que incluyen celebraciones especiales, recuerdos de nuestra infancia o de familiares y conocidos que ya no se encuentran entre nosotros.

¿Cómo se pierde la información?

Hay muchas formas de perder nuestra valiosa información y, mientras que algunas son fácilmente evitables, otras son más difíciles de predecir y prevenir. Que uno de nuestros dispositivos donde se almacenan estos datos se vea afectado por malware es una de ellas. Dependiendo del código malicioso con el que nos topemos podríamos ver cómo el contenido del dispositivo es eliminado por completo, se corrompe o, en el caso de toparnos con un ransomware, se cifra y se solicita un rescate. Esta pérdida de datos se puede evitar si se cuenta con una buena solución de seguridad y se aplican una serie de buenas prácticas.

Además de este motivo, también puede ocurrir otra serie de eventos impredecibles o incluso accidentes. El dispositivo donde guardamos la información podría ser robado o sufrir un daño mecánico irreparable. Tampoco debemos olvidar que nuestros dispositivos también pueden fallar debido a un fallo en su fabricación o por un súbito problema eléctrico. Por último, el factor humano también debe ser tomado en cuenta ya que podemos eliminar datos importantes de forma accidental o desencadenar una serie de eventos que termine borrando toda la información almacenada.

¿Qué hacer si no dispones de una copia de seguridad?

En caso de encontrarnos en la situación de haber sufrido una pérdida de datos debemos dejar de utilizar el dispositivo tan pronto como nos demos cuenta, conectarlo a la corriente eléctrica en el supuesto de que esté funcionando con baterías, desactivar toda conexión de red y, si es posible, activar el “modo avión” o similar.

Si hemos vertido accidentalmente algún tipo de líquido sobre el dispositivo, debemos desconectarlo inmediatamente de la corriente eléctrica y secarlo rápidamente con un trapo seco, desconectándolo de cualquier otro dispositivo. Tras eso deberemos esperar a que se seque completamente, un procedimiento que puede durar varios días, antes de probar a encenderlo de nuevo. Es posible que, en función del daño sufrido, sea necesario contratar algún tipo de servicio profesional.

También existen soluciones por software que pueden ayudarnos en determinados casos. Existen descifradores gratuitos que pueden ayudarnos a recuperar archivos cifrados por un ransomware, aunque hemos de tener en cuenta que la mayoría de las veces estos descifradores están disponibles para versiones antiguas de este tipo de amenazas. Tampoco debemos olvidar las herramientas de recuperación de datos disponibles en el mercado, muchas de ellas especializadas en recuperar información de ciertos dispositivos o sistemas operativos.

En cualquier caso, si no estamos seguros de lo que vamos a hacer, lo mejor es contar con los servicios de alguien especializado en la la recuperación de información. Si vamos a confiar en uno de estos servicios, hemos de tener en cuenta que, cuanto menos manipulemos la información afectada, más fácil resultará recuperarla. También debemos considerar el precio de estos servicios ya que no suelen ser baratos aunque suelen compensar si la información perdida resulta valiosa.

“Antes de lamentarnos por la pérdida de información es importante contar con algún tipo de copia de seguridad que nos permita recuperarla en caso de incidente”, recuerda Josep Albors, responsable de concienciación e investigación en ESET España. “Pero no basta únicamente con realizar una copia de seguridad: hemos de asegurarnos de que el respaldo de los datos se realiza de forma frecuente para que la pérdida sea mínima y, sobre todo, que la copia se está realizando de forma correcta, para poder echar mano de ella cuando sea necesario”.

La mejor aproximación en materia de seguridad sigue siendo en utilizar varios medios diferentes para realizar la copia de seguridad como, por ejemplo, una solución de almacenamiento en la nube con buena reputación y discos duros externos que puedan guardarse en un lugar diferente a donde se encuentra la información que salvaguardamos. Además, es una buena recomendación cifrar toda información que sea considerada como crítica o sensible para evitar que pueda ser visualizada por personas no autorizadas o filtrada.

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