¿Crees que tienes una conexión a internet rápida? Cuidado: depende de la velocidad de subida

Cuando se habla de velocidades de conexión a internet suele hacerse en torno a un valor numérico, como 50 o 100 Mbps, por ejemplo. Sin embargo, en un sentido estricto, casi todos los puntos domésticos de acceso a internet tienen dos velocidades… y una de ellas falla con demasiada frecuencia.

¿Qué son las velocidades de subida y bajada?

Las conexiones a internet no son calles de un solo sentido. Al escuchar música vía streaming, jugar online o navegar, lo que en realidad está sucediendo es un intercambio de información, en ambas direcciones, entre los servidores en línea y tus dispositivos personales. O los datos se descargan desde internet a los dispositivos de los usuarios, o se suben desde los mismos a la red:

  • La velocidad de bajada especifica la velocidad a la que se cargan, por ejemplo, las imágenes en un navegador web o los vídeos en YouTube, y a la que se descargan los archivos.
  • La velocidad de subida especifica la velocidad a la que, por ejemplo, se suben fotos a Facebook e Instagram, los vídeos familiares a los grupos de WhatsApp o los archivos adjuntos a los correos electrónicos.

Hoy en día, tanto velocidad de subida como de bajada se suelen expresar en megabits por segundo o Mbps.

La velocidad de subida suele estar oculta

El gran problema es que las ofertas de acceso a Internet no suelen dejar claras las considerables diferencias entre las velocidades de subida y bajada. Por ejemplo, si se contrata una conexión DSL de 50 Mbps, es mucho más probable que solo se refiera a la velocidad de bajada. La velocidad de subida estaría alrededor de 10 Mbps… y, en realidad, ambos son valores teóricos ideales que difícilmente se alcanzan en la práctica.

Como regla general para las conexiones DSL convencionales, se puede afirmar que la velocidad de datos disponible para subidas normalmente es solo la mitad de la disponible para las bajadas. Las condiciones exactas varían dependiendo del proveedor y el contrato, y deberían ser examinadas con detenimiento, sobre todo si se tiene la intención de cambiar de conexión a internet. La lentitud de las velocidades de subida cada vez irrita a más usuarios.

Cuando una velocidad de subida baja se vuelve molesta

Pero ¿por qué la velocidad de subida y de bajada no son iguales? La razón es principalmente histórica. Por un lado, las líneas de datos más antiguas tenían una capacidad limitada. Por otro lado, la velocidad de bajada en los hogares ha sido, durante muchos años, significativamente más importante para los usuarios. Solíamos consumir y descargar, pero no producíamos ni subíamos contenidos.

Sin embargo, esta circunstancia está cambiando, por lo que surgen problemas que pueden generar frustraciones: por ejemplo, cuando estás acostumbrado a hacer streaming en 4K en tus noches de cine, pero una subida importantísima al servidor de tu empresa avanza a paso de tortuga, y parece que no va a acabar nunca. O cuando un videojuego recién lanzado se ha descargado en tiempo récord, pero durante tu siguiente videollamada familiar, la teórica calidad de tu webcam HD se esfuma, mostrando un cúmulo de píxeles.

¿Para qué aplicaciones resulta especialmente importante la velocidad de subida?

Existen varias áreas en las que una mayor velocidad de carga es muy recomendable, o directamente, necesaria. Los requisitos específicos varían dentro de estas categorías, dependiendo de la intensidad de uso. Así que, por supuesto, hay una diferencia considerable dependiendo si quieres subir un vídeo a YouTube una vez al mes o todos los días. Así que, si estás buscando un nuevo proveedor de internet, deberías empezar definiendo tus requisitos con la mayor exactitud posible, de forma que puedas estimar cuánta velocidad de subida necesitas.

Como un principio básico, podemos identificar una serie de aplicaciones online que no son agradables de usar, o lo son muy poco, con velocidades de subida reducidas:

  • Videollamadas y videoconferencias: Si realizas llamadas de forma regular, durante largos periodos de tiempo, la calidad es esencial. Por lo tanto, se debe disponer de un ancho de banda adecuado.
  • Transferencia de datos: Para enviar grandes archivos de forma regular, una buena velocidad de subida es indispensable. No importa si los datos se suben mediante un servicio en la nube, un e-mail o por un servidor (FTP).
  • Redes sociales: La gente particularmente activa en redes sociales, que publica vídeos o imágenes en alta definición, también va a necesitar un buen ancho de banda de subida. Lo mismo ocurre para enviar fotos o vídeos a través de mensajes privados o servicios de mensajería.
  • Videojuegos: El hecho de jugar online no es lo que más exige en cuanto a velocidad de subida, aunque existen diferencias considerables en dicho ámbito. Por ejemplo, si, durante la partida, quieres comunicarte con tus compañeros de juego, publicar grabaciones o incluso emitir en directo, los requisitos en cuanto a velocidad de carga enseguida se disparan.

Cómo medir la velocidad de conexión a internet

Hay una gran variedad de herramientas que miden con facilidad la velocidad de tu conexión, y sin necesidad de registro. Ejemplo de ellas son Speedtest.net de Ookla, o nPerf.com, si bien también otras compañías como Movistar, Vodafone o Euskaltel.

Estas soluciones permiten medir cuáles son, en la práctica, las velocidades de subida y bajada. Así se puede confirmar si el acceso a internet contratado realmente se ajusta a lo prometido. Si no es así, hay que ponerse en contacto con el proveedor para controlar las posibles causas del problema. Para conseguir una medición adecuada, sin embargo, hay algunos consejos a tener en cuenta:

  • Deben realizarse mediciones en diferentes momentos del día.
  • Debe medirse, a ser posible, usando un cable Ethernet.
  • Deben apagarse, a ser posible, todos los dispositivos con conexión a internet que no se estén utilizando para la medición.

Consejos para mejorar la velocidad de subida

Como, en muchos casos, la velocidad de subida está muy limitada por contrato, se hace esencial aprovechar al máximo el ancho de banda disponible. Aquí la pieza clave es el router, que debería estar instalado en el lugar más central del hogar posible, no demasiado alejado de los dispositivos finales. Algo que no es posible en todas las casas. Antes de nada, porque las paredes y los techos ralentizan la señal Wi-Fi.

En estos casos, el mejor remedio son las soluciones de red avanzadas que ofrecen fabricantes como Devolo y otros. En su caso, gracias a los productos de la familia Magic, los pioneros alemanes del Powerline hacen especialmente fácil llevar una conexión a internet sin apenas pérdida de señal a cualquier habitación. Los adaptadores Magic permiten crear una red doméstica estable, flexible y ampliable en minutos, y además con la posibilidad de utilizar cable en los puertos Ethernet o prescindir de ellos gracias al innovador WiFi Mesh.

 

 

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